lunes, 19 de octubre de 2009

Busco mi identidad

"Busco mi identidad"
Por el Dr. José Luis Cabouli





Durante la realización de uno de los talleres de sanación en México conocí a Miriam (37). Al iniciar estos talleres siempre comienzo por una ronda con los participantes para conocer su historia y saber qué es lo que vienen a buscar. Cuando le pregunté a Miriam cuál era su objetivo al asistir a este taller me dijo textualmente: "Busco mi identidad. Hay una parte de mi vida que no está clara".
La vida de Miriam no había sido nada fácil. Su papá era español y su mamá mexicana, pero Miriam fue criada por la cuñada de su papá y su hermana. Poco después de que Miriam cumpliera los siete años estas dos mujeres murieron con veinte días de diferencia entre una y la otra. Entonces, la familia de su padre la metió en un internado de monjas. "Yo no sabía qué era lo que pasaba" –decía Miriam.
A los catorce años Miriam se fue de ese internado porque no se sentía cómoda y ella misma se buscó otro internado. Poco después se convirtió al judaísmo. De sus padres, todo lo que Miriam sabía era que habían muerto y que su mamá se llamaba Beatriz.
"Ando como gallinita ciega –me contaba Miriam–. De niña fue muy difícil. Deseaba morirme. Dejo las cosas a medias. Quiero saber qué pasó en mi nacimiento. ¿Por qué escogí esto?"
Me sorprendió la claridad de Miriam para saber lo que tenía que trabajar. Fue derecho al grano y no solamente esto, sino que además, al preguntar "¿porqué escogí esto?", Miriam se estaba haciendo cargo de su historia. Fue así entonces, con esta premisa, que comenzamos a trabajar y le pedí entonces a Miriam que fuera directamente al vientre de su madre antes de nacer.


Domingo 23 de febrero de 2003

Terapeuta: Muy bien, Miriam. Respira profundamente y, al contar hasta tres, irás directamente al vientre de tu madre antes de nacer. Uno... dos... tres. ¿Qué estás experimentando?
Miriam: Yo ya sé que no voy a estar con ella.
T: ¿Cómo es eso que ya sabes que no vas a estar con ella?
M: Ella no puede estar conmigo, no está casada. Ella no quiere dejarme, pero tiene que hacerlo. Ella es una mujer de provincia y la familia la obliga. No puede salir con un domingo siete. Ella quiere mucho a papá y papá también la quiere, pero él está casado y es mucho mayor que ella. La familia de él es muy elitista. Para ellos los mexicanos no existen. Es como si los españoles fuesen la raza pura. Papá le pide a su cuñada que se haga cargo de mí. Ella no tiene hijos y quiere una niña.
T: ¿Cómo está tu mamá cuando estás dentro de ella?
M: A mamá le duele mucho porque sabe que se tiene que separar de mí. Siente angustia y le duele el estómago.
T: Muy bien. Ahora, al contar hasta tres, retrocederás un poco antes de estar dentro de la panza de tu mamá. Al contar hasta tres, retrocederás al hecho que te llevó a tener que pasar por esta experiencia. Uno... dos... tres. ¿Cómo empieza todo?
M: No me ha ido bien en otras vidas. He aprendido con mucha dificultad y a golpes. Estoy cansada, pero necesito bajar para elevar mi conciencia. Tengo que bajar en la panza de alguien y entonces elijo a mi mamá.
T: ¿Y para qué necesitas bajar con esa mamá?
M: Mi vida tiene que ser dura.
T: Y esto de que tu vida tiene que ser dura, ¿para qué te va a servir?
M: Tengo que superarlo. Si logro abrir mi conciencia voy a ser mucho mejor que en otras vidas y una manera difícil de hacerlo es bajar con ella.
T: ¿Y qué esperas aprender con esta experiencia?
M: Aprender a valorar las cosas positivas. Tengo que aprender a reconocer lo que tengo y no vivir en lo que no tengo. Tengo que luchar por lo que quiero.
T: ¿Y cómo es que eliges a esta mamá?
M: Me ayudan a elegir. Es como que hay una preparación anterior. Yo decido dónde bajar, pero hay seres que me aconsejan. Ellos me dicen que vuelva a bajar y que no va a ser fácil, pero dicen que lo voy a lograr y que yo voy a crecer mucho. Ellos me van a ayudar.
T: Muy bien, ahora pregúntale a tu alma, ¿cuál es el hecho original que te lleva a tener que pasar por esta experiencia en tu vida como Miriam?
M: Yo abandoné a mi familia... Creo que fue en México también. (Ahora sí; aquí está el verdadero origen de la experiencia de Miriam en su vida actual.)
T: Muy bien. Cuento hasta tres y vete al momento en que comienza tu descenso. Uno... dos... tres.
M: ¡Es que no quiero! Sé que me van a separar de mi mamá. Pero tengo que ser fuerte, tengo que poder, tengo que salir y sí voy a ser feliz. Sí voy a tener una familia. No importa todo lo que tenga que atravesar, tengo que poder... Ya estoy allí.
T: ¿Cómo entras en la panza de tu mamá?
M: Entro como por cachos, por pedazos. Primero entra una parte; luego, como sigue el embarazo, entra otra parte y cuando voy a nacer, ya estoy toda. Es como una energía ligera, clara y luminosa. En realidad, siendo pura energía, no me preocupa nada.
T: Muy bien, cuento hasta tres y avanza al momento de tu nacimiento. Uno... dos... tres. ¿Qué está pasando?
M: Estoy nerviosa... me duele mucho el estómago. Siento angustia, miedo, tengo que enfrentar muchas cosas.
T: Muy bien, adelante.
M: Tengo que salir, pero estoy muy cabezona. ¡Pobre mi mamá! Le va a doler muchísimo. Pero en el fondo no quiero salir.
T: ¿Qué está pasando que no quieres salir?
M: Quiero quedarme con ella, pero sé que no se puede.
T: ¿Y qué sientes en ese momento?
M: Siento mucha tristeza, me duele mucho el estómago. ¡Ay!
T: ¿Qué está pasando?
M: ¡Yo no quiero que me separen de ese cordón! –llorando–. ¡Yo quiero quedarme con ella! ¡No quiero que corten el cordón! ¡Cuando lo corten ya no voy a estar con ella! ¡Ay, no! ¡Me duele muchísimo! Pero tengo que salir. Ya no sé si le va a doler más a ella o a mí. ¡Ya salí! ¡Ya salí! ¡Ya salí! ¡Ni modo! ¡Ni modo!
T: ¿Y qué está pasando con tu mamá?
M: Ella está gritando, ella también está sufriendo. Ella no quiere darme pero sabe que lo tiene que hacer igual que yo sé que me tengo que ir. Lloro mucho, mucho.
T: ¿Qué te dice tu mamá?
M: Casi no me puede ver, pero me dice que me quiere y que voy a estar bien.
T: ¿Y qué estás sintiendo en ese momento?
M: Resignación. Yo sabía que esto iba a pasar. Ni modo, no me podía quedar ahí. Tenía que venir y tenía que salir.
T: ¿Y qué pasa con tu papá?
M: Papá no está; él está pendiente pero de lejos. Le preocupa mucho su vida y no puede con todo eso. El confió en su tía. Ella está muy contenta.
T: Muy bien, ¿cómo es el encuentro con la tía de tu papá?
M: Estoy en la cuna. Está muy bonito, me va a querer mucho y me va a cuidar. Ella también se está enfrentando con cosas en su familia, pero es muy independiente. Ella me abraza y me besa. Es muy linda –llorando–. Siento mucho agradecimiento y amor por ella.
T: Muy bien. Y ahora fíjate, ¿cuál es el momento más difícil de esta experiencia?
M: Cuando tengo que salir.
T: ¿Y cuáles son tus reacciones físicas en ese momento?
M: Asfixia, me siento atorada y me dejo llevar.
T: ¿Y cuáles son tus reacciones emocionales en ese momento?
M: Resignación, no quiero salir.
T: Y en ese momento, cuando tienes que salir, ¿cuáles son tus reacciones mentales?
M: Tengo que poder, tengo que ser fuerte.
T: Y todo esto, ¿cómo te está afectando en tu vida como Miriam? Todo esto, ¿qué te hace hacer?
M: Nunca me resigno ni me conformo.
T: Y todo esto, ¿qué te impide hacer?
M: Antes me complicaba mucho. Cuesta mucho trabajo enfrentar el rechazo de la gente.
T: Ahora recuerda, ¿qué es lo que vienes a hacer en esta experiencia como Miriam?
M: Vine a crecer, aunque duela.
T: Muy bien, ahora yo voy a cortar el cordón umbilical para que completes tu nacimiento. Al cortar el cordón te convertirás en un ser libre e independiente y habrás terminado con todas estas sensaciones para siempre. (Hago el simulacro de corte del cordón) ¡Ya está! Ya hemos cortado el cordón umbilical definitivamente. Ya eres un ser libre e independiente. ¿Quisieras despedirte de tu mamá?
M: Gracias por tenerme nueve meses. Gracias por ser mi mamá.
T: ¿Qué te dejó tu mamá?
M: Me dejó amor.
T: Muy bien, ahora para terminar, vas a pedirle a tu mamá y a tu papá la energía que te corresponde, la energía que es legítimamente tuya.
M: Mamita, papito. Quiero que me den mi energía; la necesito para tener mi familia, para cuidar a mis hijos y a mi marido. Gracias.


Al terminar la regresión, la expresión de Miriam había cambiado totalmente. Su alma estaba en paz. Había encontrado su identidad y su razón de ser y, sobre todo, había comprendido el motivo y el sentido de esta experiencia. Siempre hay una buena razón para las experiencias que tenemos que vivir aunque en principio no sea una buena razón para nosotros. Nada es porque sí; para todo hay un sentido si sabemos buscarlo, comprenderlo y aceptarlo.
Por mi parte, agradezco a Miriam por esta lección de vida y por su autorización para reproducir aquí su experiencia.




Hasta la próxima entrega, espero haya sido de vuestro agrado y muy esclarecedor.
Un abrazo de luz
Marianela
Reiki Master Sistema Usui- Master Teacher in Magnified Healing®
Profesora de Visualización Creativa-Metafísica Nueva Energía®
Todos tenemos un alma inmortal.
Estamos en un cuerpo que es como nuestro ropaje,
durante un tiempo, pero nuestra esencia no es esa cáscara,
es mucho más profunda.
Gran cantidad de lo que nos ocurre en la vida actual proviene
en gran medida de acontecimientos ocurridos en vidas anteriores.
Durante cada nueva existencia vamos realizando diversos
aprendizajes, siendo prácticamente inconscientes de ello,
y mediante las cuales vamos evolucionando como seres humanos.


A través de este Estudio podrás saber qué actividad tuviste en las encarnaciones pasadas, en qué países y año has vivido,
si fuiste hombre o mujer, tu personalidad, etc.
Es un estudio muy simple, y nada convencional,
ya que no necesitarás hacer una regresión.
Espero tu consulta:
vidaspasadas@octogonmistic.com.ar

Si te gustó, compártelo


Share/Bookmark

¿Quién has sido en tus tantas Vidas Anteriores?


Todos tenemos un alma inmortal. Estamos en un cuerpo que es como nuestro ropaje, durante un tiempo, pero nuestra esencia no es esa cáscara, es mucho más profunda.
Gran cantidad de lo que nos ocurre en la vida actual proviene en gran medida de acontecimientos ocurridos en vidas anteriores.

¿Por qué reencarnamos?

Hay muchas lecciones para aprender acerca del amor, la paz interior, la compasión, el perdón... Por ello reencarnamos una y otra vez.

Una lección puede llevar una o más vidas, depende de nosotros y las circunstancias. Siempre hay tiempo para ello.

También existen personas que simplemente eligen volver para ayudar a otra gente como misión en su vida, habitualmente esto ocurre con almas más evolucionadas.
¿Cómo puede ayudarnos el conocer nuestras vidas anteriores en nuestra vida actual?
El conocer vidas pasadas, por el método que fuere, permite resolver karmas, al mismo tiempo es posible borrar rastros y cortar energéticamente con situaciones que no nos permiten avanzar. ESTUDIO DE VIDAS PASADAS SIN REGRESIÓN
A través de este Estudio podrás saber qué actividad tuviste en las encarnaciones pasadas, en qué países y años has vivido, cuando has sido hombre o mujer, tu personalidad, etc. Es un estudio muy simple, y nada convencional, ya que no lo hago a través de una regresión.

Solicita tu estudio de Vidas Pasadas

Solicita tu estudio de Vidas Pasadas
Completa el formulario de contacto

Tarot-Videncias-Fr

Tarot-Videncias-Fr
Tarot-Videncias-Numerología-Fr